Se trata de una figura
decorativa, generalmente tallada en madera y ornamentada o pintada que llevaban
antiguamente los buques en la parte alta del tajamar, bajo la base del bauprés, según
la jerarquía de la embarcación que engalanaba
Perdón pero yo el video lo he transformado en una serie de secuencias que comentare poco a poco |
Tenía el doble objeto de decorar y marcaba la identidad de un
buque, a una sociedad marinera en aquellas épocas no alfabetizada en su
conjunto
Ni que decir, muchos de estos mascarones cuentan con su
propia leyenda y como todo lo relacionado con la inmensidad del mar forma parte
de algo apasionante
Comenzaremos con una poesía de Mario Benedetti
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al
mar!
Poner en ella por ejemplo
un grillo, un barco sin velamen, y
una espiga
sobrante de lujuria, algún milagro
y un folio rebosante de noticias
Poner un verde, un duelo, una
proclama,
Dos rezos, y una cábala indecisa.
El cable que jamás llegó a destino
Y la esperanza pródiga y cautiva
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Poner en ella por ejemplo un tango
Que enumera todos los pretextos
Para apiadarse a solas de uno mismo
Y quedarse en el borde de otro sueño
Poner promesas como sobresaltos
Y el poquito de sol que da el
invierno
Y un olvido flamante y oneroso
Y el rencor que nos sigue como un
perro
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Poner en ella por ejemplo un naipe,
Un afiche de Dios, el de costumbre,
El tímpano banal del horizonte
El reino de los cielos y las nubes
Poner recorte de un asombro inútil,
Un lindo vaticinio de agua dulce
Y una noche de rayos y centellas
Y el saldo de veranos y de azules
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al
mar!
Pero en esta botella navegante,
Sólo pondré mis versos en desorden
En la espera confiada de que un día
Llegue a una playa cándida y salobre
Y un niño la descubra y la destape
Y en lugar de estos versos halle
flores
U alertas y corales y baladas
Y piedritas del mar y caracolas
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al
mar!
en la Era de Vicen |
Comenzaremos con el Mascarón de proa del Cutty Sark,
traducido del escocés, camisola,
El Cutty Sark fue uno de los últimos veleros del tipo clipper
en ser construidos
Maqueta realizada por Vicente Ballarín |
Hoy se conserva en dique seco en Greenwich (Londres). Mientras
era restaurado sufrió un incendio que lo daño
gravemente, pero hoy es un barco
museo, que representa, una de las
principales atracciones en esta localidad.
El origen de su nombre se debe a un personaje de ficción, una
bruja bailarina llamada Cutty Sark y sacado de un poema épico de Robert Burnes
Dice la leyenda que una bruja vestida solo con una camisola,
asalto a un caballero en el bosque. El caballero
al ver que era una bruja, montó en su cabello y huyó, la bruja lo
persiguió y casi logra atraparlo. Pero
lo que atrapó fue la cola del caballo.
Consiguiendo arrancar solamente parte de la cola de este pobre animal.
Así el mascaron de proa de este velero representa a la bruja
vestida con la camisola y sujetando el trozo de la cola del caballo, que logró
arrancar
El Cutty Sark tiene un hueco en la literatura de la mano del poeta Hart Crane y en su poema The Bridge, poeta que no posee una obra muy extensa ya que murió joven. Su muerte fue un suicidio, sus tendencias homosexuales no le permitieron ser feliz
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