Monasterio de Obarra de uso católico existente en el Prepirineo,
pertenece al municipio de Beranuy en la Ribagorza provincia de
Huesca
Fue construido a principio del siglo XI
por maestros lombardos, en la orilla izquierda del rio Isábena, en
el fondo de un valle, cercado por un desfiladero. La iglesia está dedicada
además de a Santa María de Obarra a San Pedro, San Esteban y a la Santa Cruz
Aunque el Cartulario de Alaón cita a los
Monjes de Uvarra en el año 874 y el historiador Jerónimo Zurita cita que existía
ya cuando los moros invadieron la península, pero las actuales
estructuras datan de los siglos X y XI. Debido a que Abd-el Malik castigo a los
cristianos arrasando las edificaciones religiosas. No tenemos
muestras de ellas, aunque nos quede algún vestigio que en Obarra se traducen en
restos visigóticos de edificaciones previas en los capiteles de la portada sur
y los cuatro que en función de ménsulas decoran el altar mayor, de este mismo
momento es su pila bautismal
El nombre de Obarra, de origen vasco,
significa agujero entre rocas
Característica es su gran sobriedad
interior y sencillez en el exterior,
Su construcción se basó en el sistema de proporciones del triángulo equilátero, más tarde se modifico siguiendo las proporciones dobles, los números 3 (trinidad) y 7 (Espíritu Santo, apocalipsis, totalidad del tiempo), interpretado como la manifestación simbólica de un discurso teológico en el que el edificio de la iglesia representa la Jerusalén Celeste de las Sagradas Escrituras. Otros números simbólicos en el edificio son el 12 (Número de apóstoles, número jueces juicio final) y el 5 (la salvación)
La Arquitectura del edificio es
además un observatorio astronómico y un calendario cristiano perpetuo, formado
por la entrada de loa luz lunar por la ventana central del ábside en el segundo
plenilunio de otoño, 21 semanas antes de la Pascua del año siguiente, en los meses
que rodean al solsticio de verano, un primer rayo de sol ilumina el
altar y el presbiterio a la hora tercia en que se celebra la misa monacal.
El cierre del vano con alabastro ya no
permite ver estos fenómenos
Consta de tres naves, sin
crucero, divididas en siete tramos, la más alta y ancha
es la nave central, precedidas por un presbiterio y rematadas por
ábsides semicirculares terminados con bóvedas de cuarto de esfera que se apoyan
en pilares cruciformes, en su fachada pueden observarse dos puertas,
la mayor del siglo XVI, en ella puede observarse el escudo de los
MUR, la pequeña románica, con arco de medio punto y arquivolta, en
el muro norte encontramos un puerta tabicada que daba acceso al
claustro actualmente desaparecido
14 pequeños vanos iluminan la
iglesia
El tejado se divide en tres partes, la
central más alta y a dos vertientes y los laterales con una sola caída
Tanto el retablo mayor de pinturas sobre tabla del S. XVI como el retablillo de madera tallada
El campanario que comenzó a construirse los muros solo alcanzó una altura de unos 3 metros, su hechura es típica del Momento Lombardo, para hacernos una idea podemos observar la muy próxima de Beranuy
Este monasterio llego a ser el
corazón del condado de la Ribagorza. El restablecimiento del
obispado de Barbastro significo su decadencia de la que no se recuperó,
Obarra contó con un molino harinero cerca
del rio, hoy acondicionado como albergue para jóvenes
El puente que nos da acceso al monasterio
recuerdo uno existente anteriormente de estilo gótico y desaparecido en 1963 en
una riada
Cerca está la pequeña iglesia dedicada a San Pablo y datada en el siglo XII con una sola bóveda de cañón y ábside semicircular. En su portada de arco de medio punto luce un crismón
En 1931 el monasterio fue declarado
monumento nacional
Gracias, Rosa, por ofreecernos esta joya tan interesante. Precisamente mi promoción, está de viaje fin de curso por esas hermosas tierras. Yo por motivos familiares, no estoy incluida.
ResponderEliminarMonasterio de Obarra: -edificio construido y que luce a la orilla de los siglos-. -edificación entre cuyas cuatro paredes, encontramos nuestra Historia-...
Niña, no te prives de regalarnos estas maravillas, me encantan...
Un fuerte abrazo.