domingo, 2 de junio de 2013

Caza-tesoros -- Ladrones de la Historia


 
España es una nación con un riquísimo pasado en patrimonio que refleja el esplendor de nuestra cultura y nuestro dominio marítimo, pero hemos vivido de espalda al mar, no solo hemos olvidado nuestro pasado, también hemos olvidado aquello que formo parte de ello, en este caso hemos infravalorado,  olvidado aquellos barcos que fueron parte y testigos de nuestro poderío y que perecieron en los mares cargados de historia, cargados de recuerdos, de un gran potencial humano y en la mayoría de las ocasiones cargados de tesoros
Esto queda justificado por la cantidad de ladrones que llevan depredando el mar y que han hecho un daño irreparable a nuestra historia, mientras, nosotros mirábamos para otro lado, incluso contemplábamos y autorizábamos.
Nuestros barcos, barcos que lucían la bandera española  naufragaron, sus pecios están diseminados por  todos los mares del mundo. Por su reputado significado deberíamos rectificar
Estos naufragios quizás no representen un valor económico tangible, si representan un gran valor histórico y científico. Pudimos apreciarlo  no ha mucho  con el caso de Odyssey y la fragata Mercedes, se trata de autentica arqueología  marina que sigue aquellas rutas  que descubrieron nuestros navegantes y que después siguieron oficiales y marineros muchos de los cuales perecieron unas veces por cumplir un deber, en ocasiones por ir en pos de una vida mejor y que tras naufragar  están en los fondos marinos, frio mundo de silencio
Allí han permanecido en el olvido hasta que surgen los caza-tesoros cuya única finalidad es expoliar con una única meta, enriquecimiento
Hasta principios del siglo XX, todos esos pecios estaban protegidos por la inaccesibilidad y por los sedimentos que los cubrían, La Unesco  viene a poner en común aquello que unos pocos de forma secreta buscan para disfrutar en colecciones particulares o en el mercado negro, hay que frenar la actividad de los caza-tesoros, que algunos han definido de forma muy acertada como, los ladrones de la historia.
Las leyendas  de oro y joyas sobre los naufragios españoles agudizaron  la imaginación con el único objeto de expoliarlos como fuere y donde se encontraren, y acudieron a los lugares más insospechados del mundo, allí donde había acontecido un naufragio 
Estos caza-tesoros han estado siglos destruyendo nuestro pasado y robando, en actuaciones que denominan rescate  han destruido los principios de la arqueología de investigación, documentación y conservación, nuestros pecios han sido su principal atracción, se supone que en sus bodegas transportaban grandes cantidades de oro y plata, metales que siguen siendo codiciados hasta el extremo de haber llegado a dinamitar una bodega para llegar a su contenido, lógicamente esto provoca que se destruya y contamine el yacimiento  arqueológico  
Al destruir estos pecios, destruimos el testigo de nuestros barcos, maquinas  muy sofisticadas que reflejan la sociedad de aquel entonces, su tecnología,  y muchos datos que nos son desconocidos.
Nuestra arqueología submarina se hallaba sin desarrollar y era  sencillo entrar en nuestro país con la escusa de realizar estudios sobre el patrimonio, su desconocimiento  llevo a galardonar y otorgar permisos a caza-tesoros reconocidos, se hacían pasar por arqueólogos y se le daba la licencia para rastrear  nuestras aguas de forma legal, faltos de  tecnología, admirábamos la innovación.
Uno de los  mayores reconocimientos civiles al servicio de España, la medalla de Isabel la Católica se le concedió a un  aventurero buceador dedicado toda su vida a  explorar pecios, entre ellos algunos españoles como “San Agustín” “Nuestra Señora de las Maravillas” y los “galeones de  Manila”, este aventurero presumía con el oro español llegando incluso a hacer guías de cómo encontrar y cazar un tesoro.
Esta medalla ha sido para mí varias veces ultrajada, será uno de los mayores reconocimientos pero si Isabel levantara la cabeza volveríamos a iniciar una reconquista de todas aquellas indebidamente concedidas. Creo representan un gran ultraje a la Reina
Ejemplo nos puede dar la historia del Mary Rose que hoy promueve un museo marítimo  y que a los investigadores les ha permitido desvelar conocimientos, hasta ahora misterios, de la época de los Tudor.
Desgraciadamente estos depredadores de la historia se encuentran en los lugares mas insospechados y aparecen mucho antes de que puedan llegar los verdaderos investigadores o arqueólogos, esto sucede muchísimas veces, ejemplo  fue  el pecio de Nuestra Señora del Guadalupe en la Republica dominicana, allí se encontró  que la compañía caza-tesoros había agujereado el pecio sin consideración en busca de cualquier objeto vendible, lo habían destruido para la historia
Han sido muchos los que han dado un pelotazo de suerte a costa de nuestros galeones hundidos
Su justificación siempre ha sido el abandono  y por tanto disponibles para el que lo encuentre. Ellos no ven el pecio como  un yacimiento  arqueológico en el que se puede leer la historia , como un yacimiento protegido por la ley, ellos solo sienten la avaricia de poseer aquellos objetos que pueden traducirse en vil metal o que en si mismos son vil metal.
De la nave Gerona que formó parte de la Armada Invencible, en Irlanda, y que un temporal la derribo cerca de Belfast hace siglos, los caza-tesoros extrajeron cantidades de monedas de oro, una joya de la Orden de Alcántara, cadenas de oro, candelabros.

 
Nuestros galeones se convirtieron en leyendas y el negocio iba en aumento para  estos caza-tesoros y todo esto nos ha sonado a  historias extrañas hasta la aparición del caso Odyssey, nuestro gobierno miraba para otro lado sin interés alguno. Posiblemente por total desconocimiento de nuestra historia.
Asignatura que la mayoría de ellos desconocen y que sin embargo, su conocimiento, debería ser requisito sine qua non para poder acceder a un puesto en el gobierno de una nación
En 1985 se toma conciencia del tema de la arqueología terrestre con la ley de  patrimonio histórico pero se olvida  la arqueología marina y de ello los ladrones del mar sacan provecho, llegan a contratar a documentalistas para  que localicen en nuestros archivos  todo lo referente a los naufragios, aquellos que portaban oro y plata.  Para ellos la información es primordial para la localización segura de estas naves. La fuente más rica y completa sobre  nuestros pecios se encuentra en el archivo de Indias, allí muchas personas trabajan  desde hace 40 años para el mejor postor ignorando que trabajan para los caza-tesoros que saquean nuestro patrimonio
Se ha dado la paradoja que mientras esta gente conocía perfectamente la situación de nuestros pecios, nosotros no teníamos ni siquiera constancia de una relación de ellos
Nunca llegaremos a saber cuántos pecios han sido destruidos, pero los piratas los tienen localizados y se enriquecen a costa de nuestro desinterés y nuestro desconocimiento
Ahora se busca luchar contra los caza-tesoros aplicando el derecho en los tribunales para que no puedan trabajar en ningún lugar del mundo en un  negocio  que para cualquier cultura desarrollada es ilícito. Si la ley  prohíbe comerciar con patrimonio común de todos los ciudadanos y los países, el hacerlo es una actividad ilegal.
Recientemente la Real Academia de la Historia  pedía  una hegemonía científica sobre la cultura de ultramar, clave en la historia de España, como es todo lo que rodea a los pecios, que ya fue criticada en un informe sobre la situación de la arqueología submarina en España. Incide en intervenir y proteger nuestros galeones, convertidos en pecios.
En el caso Odyssey la documentación aportada por el Museo Naval de Madrid fueron claves para ganar la batalla naval y legal y recuperar el tesoro de La Mercedes, este caso ha conseguido que algunos sectores   reclamen  organización respecto a nuestro patrimonio subacuático.
También se ha conseguido  la elaboración del Libro verde por el Ministerio de Cultura para velar por este patrimonio. El problema es que estamos ante una crisis económica que dificulta llevar a efecto estas buenas intenciones.
Como los pecios sembrados por el mundo parece  se están agotando, ahora se están acercando a nuestras costas, donde por desconocimiento de su paradero todavía se encuentran intactos.
 Ahora están acercándose a las costas españolas 
Aquí un triste acontecimiento “Caso del RMS Douro”  que lleva mas de 100 años hundido frante a las costas de Laxe
El Fue un buque británico que naufragó al chocar con el mercante español "Irurac Bett"
Entre 1994 y 98 un grupo de buceadores comienzan a buscarlo con tecnología especializada , una vez localizado en lugar de comunicarlo a las autoridades  solicitan a la capitanía de la Coruña un permiso para buscar bancos de sardina en la costa coruñesa, con la misma táctica que en el Odyssey recuperan  del fondo marino el tesoro  y se fueron veloces de nuestras costas.    Con  el parabién  de las instituciones se llevaron varios kilos de monedas y lingotes de oro, diamantes   y mas 30.000 libras esterlinas que  se enviaban a Londres que se hallaban en el barco. Se jactaron de lo realizado se quedaron con el tesoro  y no ha pasado nada. Esto es abrir la puerta al ladrón y darle todo tipo de facilidades. El tesoro pasa a manos de avariciosos coleccionistas que en su afán de poseer, cierran los ojos al modo y la procedencia
 
El jugado de Carballo abrió expediente por apropiación indebida de bienes de carácter cultural
En 2004 se acordó el sobreseimiento al parecer por falta de pruebas.
Este caso fue tratado en el congreso de los diputados, todos los grupos parlamentarios votaron a favor de proteger nuestro patrimonio subacuático
Y las historias se repiten, a la empresa Odyssey  en el 2001 y frente a las costas de Cádiz, en el mar de Alboran se les concede permisos, y saben que son caza-tesoros para actuar en  aguas andaluzas las que cuentan con más restos arqueológicos del mundo, hubo voces que se levantaron de forma pública y expresa, grabaron fotografías cuando estaban en plena faena.
Ha habido países como México y nuestros vecinos los franceses que nada más pisar, estos caza-tesoros sus aguas jurisdiccionales les han dado una negativa contundente  de que en sus costas no actúan los caza-tesoros.

Gracias a la labor y el tesón de muchas personas comprometidas se resolvió un problema que jamás debió de producirse y gracias a Dios produjo un cambio de inflexibilidad y de intención de preservar este patrimonio.
 
Recientemente  el “SS Namur”  hundido por un submarino alemán en 1917 en el mar de Alboran  ha provocado que la Armada  expulse por segunda vez a un barco sospechoso.
 
La respuesta al porque  los caza-tesoros siguen viniendo al mar de Alborán  está en los ordenadores y los equipos  del “Seaway Endeavour” del que es propietaria la empresa “Seaway Offshore y que ha registrado la Guardia Civil, este barco fue interceptado por la Guardia Civil en la zona contigua a aguas españolas y se le ordenó que se dirigiera a Algeciras.

Entre todos los naufragios de la zona  existen sospechas fundadas de que van detrás del “SS Namur”, vapor de 6.700 toneladas hundido en octubre de 1917 al ser torpedeado por un submarino Alemán, el U-35.
La creencia de que buscan este buque se basa en que está construido en acero, por lo que se detecta con facilidad y porque transportaba una carga valiosa.
El U-35 estaba comandado por un capitán que batió todos los records, hundió 193 barcos, además de dos buques de guerra. En una patrulla de cinco semanas  destruyó un total de 54 barcos con solo 4 torpedos, el resto con el cañón de 88 mm que llevaba en cubierta.
Se cruzó en 1917 con el Namur y este no sobrevivió, el cargamento que llevaba era de oro y diamantes, procedía de Pinang, en Malasia y se dirigía a Londres
Esta hipótesis queda reforzada  debido a que el barco interceptado  pertenece a una empresa fundada por un sueco Sverker Hallstrom, el igual que el Seaway Invencible expulsado por la Armada el pasado diciembre al estar prospectando en la misma zona.
Estos barcos han recalado  en Gibraltar en repetidas ocasiones  en los últimos meses con sospechosas  incursiones a la zona de Alborán. 
Una vez que llegan a la zona del pecio , sumergen sus equipos de detección y realizan zigzags a poco mas de un nudo de velocidad, peinando el fondo en lo que se denomina maniobra restringida. El ser de acero el buque resulta fácil de detectar con un magnetómetro y para  mayores coincidencias  Otra empresa del mismo ingeniero sueco, fue responsable del hallazgo del “Douro”, otro vapor hundido en 1882 y que ya hemos comentado.
Las aguas españolas están llenas de naufragios y puede haber otras   posibilidades  como un galeón “El Torre de Vélez” que se hundió con 80.000 ducados en 1562 , y una flota de galeras, la de D. Juan de Mendoza , mas cerca de la costa, junto a Motirl… 
La guardia civil  esa actuando bajo las instrucciones del juzgado  de la Línea de la Concepción, que ha ordenado el secreto del sumario, rumores comentan que en el registro  al barco se podría haber encontrado un sonar de  barrido lateral y un magnetómetro. 
La insistencia de esta empresa en volver al mar de Alboran indica que están probando nuestra resistencia, el interés creciente de la sociedad civil por luchar contra los Caza-tesoros han permitido  una nueva política
Galeón
Las naves de Seaway Offshore han vuelto al mismo lugar donde investigaba Odyssey tras recibir insólitos permisos
Después de expulsar a la primera nave en 2012 ahora se registra la segunda que vino a prospectar en el mismo sitio.
La señal para los caza-tesoros esta visible, nunca serán Bienvenidos a nuestras costas, uno de los mares más vigilados del mundo.
España debe estudiar el patrimonio sumergido en sus aguas y el resto del mundo a través de proyectos concretos.
Por mucha información que posean los Caza-tesoros debemos avanzar como lo están haciendo otros países

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