España es una nación con un riquísimo pasado en patrimonio que
refleja el esplendor de nuestra cultura y nuestro dominio marítimo, pero hemos
vivido de espalda al mar, no solo hemos olvidado nuestro pasado, también hemos
olvidado aquello que formo parte de ello, en este caso hemos
infravalorado, olvidado aquellos barcos
que fueron parte y testigos de nuestro poderío y que perecieron en los mares
cargados de historia, cargados de recuerdos, de un gran potencial humano y en la mayoría de las ocasiones
cargados de tesoros
Esto queda justificado por la cantidad de ladrones que llevan
depredando el mar y que han hecho un daño irreparable a nuestra historia, mientras, nosotros mirábamos para otro lado, incluso contemplábamos y autorizábamos.
Nuestros barcos, barcos que lucían la bandera española naufragaron, sus pecios están diseminados
por todos los mares del mundo. Por su
reputado significado deberíamos rectificar
Estos naufragios quizás no representen un valor económico
tangible, si representan un gran valor histórico y científico. Pudimos
apreciarlo no ha mucho con el caso de Odyssey y la fragata Mercedes,
se trata de autentica arqueología marina
que sigue aquellas rutas que
descubrieron nuestros navegantes y que
después siguieron oficiales y marineros muchos de los cuales perecieron unas
veces por cumplir un deber, en ocasiones por ir en pos de una vida mejor y que
tras naufragar están en los fondos
marinos, frio mundo de silencio
Allí han permanecido en el olvido hasta que surgen los caza-tesoros
cuya única finalidad es expoliar con una única meta, enriquecimiento
Hasta principios del siglo XX, todos esos pecios estaban
protegidos por la inaccesibilidad y por los sedimentos que los cubrían, La
Unesco viene a poner en común aquello
que unos pocos de forma secreta buscan para disfrutar en colecciones
particulares o en el mercado negro, hay que frenar la actividad de los
caza-tesoros, que algunos han definido de forma muy acertada como, los ladrones
de la historia.
Las leyendas de oro y joyas sobre los naufragios españoles
agudizaron la imaginación con el único
objeto de expoliarlos como fuere y donde se encontraren, y acudieron a los
lugares más insospechados del mundo, allí donde había acontecido un
naufragio
Estos caza-tesoros han estado siglos destruyendo nuestro
pasado y robando, en actuaciones que denominan rescate han destruido los principios de la arqueología
de investigación, documentación y conservación, nuestros pecios han sido su
principal atracción, se supone que en sus bodegas transportaban grandes
cantidades de oro y plata, metales que siguen siendo codiciados hasta el
extremo de haber llegado a dinamitar una bodega para llegar a su contenido,
lógicamente esto provoca que se destruya y contamine el yacimiento arqueológico
Al destruir estos pecios, destruimos el testigo de nuestros
barcos, maquinas muy sofisticadas que
reflejan la sociedad de aquel entonces, su tecnología, y muchos datos que nos son desconocidos.
Nuestra arqueología submarina se hallaba sin desarrollar y
era sencillo entrar en nuestro país con
la escusa de realizar estudios sobre el patrimonio, su desconocimiento llevo a galardonar y otorgar permisos a
caza-tesoros reconocidos, se hacían pasar por arqueólogos y se le daba la
licencia para rastrear nuestras aguas de
forma legal, faltos de tecnología,
admirábamos la innovación.
Uno de los mayores
reconocimientos civiles al servicio de España, la medalla de Isabel la Católica
se le concedió a un aventurero buceador
dedicado toda su vida a explorar pecios,
entre ellos algunos españoles como “San Agustín” “Nuestra Señora de las
Maravillas” y los “galeones de Manila”,
este aventurero presumía con el oro español llegando incluso a hacer guías de
cómo encontrar y cazar un tesoro.
Esta medalla ha sido para mí varias veces ultrajada, será uno
de los mayores reconocimientos pero si Isabel levantara la cabeza volveríamos a
iniciar una reconquista de todas aquellas indebidamente concedidas. Creo
representan un gran ultraje a la Reina
Ejemplo nos puede dar la historia del Mary Rose que hoy
promueve un museo marítimo y que a los
investigadores les ha permitido desvelar conocimientos, hasta ahora misterios, de la época
de los Tudor.
Desgraciadamente estos depredadores de la historia se
encuentran en los lugares mas insospechados y aparecen mucho antes de que
puedan llegar los verdaderos investigadores o arqueólogos, esto sucede
muchísimas veces, ejemplo fue el pecio de Nuestra Señora del Guadalupe en
la Republica dominicana, allí se encontró
que la compañía caza-tesoros había agujereado el pecio sin consideración
en busca de cualquier objeto vendible, lo habían destruido para la historia
Han sido muchos los que han dado un pelotazo de suerte a
costa de nuestros galeones hundidos
Su justificación siempre ha sido el abandono y por tanto disponibles para el que lo
encuentre. Ellos no ven el pecio como un
yacimiento arqueológico en el que se
puede leer la historia , como un yacimiento protegido por la ley, ellos solo
sienten la avaricia de poseer aquellos objetos que pueden traducirse en vil
metal o que en si mismos son vil metal.
De la nave Gerona que formó parte de la Armada Invencible, en
Irlanda, y que un temporal la derribo cerca de Belfast hace siglos, los
caza-tesoros extrajeron cantidades de monedas de oro, una joya de la
Orden de Alcántara, cadenas de oro, candelabros.
Nuestros galeones se convirtieron en leyendas y el negocio
iba en aumento para estos caza-tesoros y
todo esto nos ha sonado a historias
extrañas hasta la aparición del caso Odyssey, nuestro gobierno miraba para otro
lado sin interés alguno. Posiblemente por total desconocimiento de nuestra
historia.
Asignatura que la mayoría de ellos desconocen y que sin embargo, su conocimiento, debería ser requisito sine qua non para poder acceder a un puesto en el gobierno de una nación
En 1985 se toma conciencia del tema de la arqueología
terrestre con la ley de patrimonio
histórico pero se olvida la arqueología
marina y de ello los ladrones del mar sacan provecho, llegan a contratar a
documentalistas para que localicen en
nuestros archivos todo lo referente a
los naufragios, aquellos que portaban oro y plata. Para ellos la información es primordial para
la localización segura de estas naves. La fuente más rica y completa sobre nuestros pecios se encuentra en el archivo de
Indias, allí muchas personas trabajan
desde hace 40 años para el mejor postor ignorando que trabajan para los
caza-tesoros que saquean nuestro patrimonio
Se ha dado la paradoja que mientras esta gente conocía
perfectamente la situación de nuestros pecios, nosotros no teníamos ni siquiera
constancia de una relación de ellos
Nunca llegaremos a saber cuántos pecios han sido destruidos,
pero los piratas los tienen localizados y se enriquecen a costa de nuestro
desinterés y nuestro desconocimiento
Ahora se busca luchar contra los caza-tesoros aplicando el
derecho en los tribunales para que no puedan trabajar en ningún lugar del mundo
en un negocio que para cualquier cultura desarrollada es
ilícito. Si la ley prohíbe comerciar con
patrimonio común de todos los ciudadanos y los países, el hacerlo es una
actividad ilegal.
Recientemente la Real Academia de la Historia pedía
una hegemonía científica sobre la cultura de ultramar, clave en la
historia de España, como es todo lo que rodea a los pecios, que ya fue
criticada en un informe sobre la situación de la arqueología submarina en
España. Incide en intervenir y proteger nuestros galeones, convertidos en pecios.
En el caso Odyssey la documentación aportada por el Museo
Naval de Madrid fueron claves para ganar la batalla naval y legal y recuperar el tesoro
de La Mercedes, este caso ha conseguido que algunos sectores reclamen
organización respecto a nuestro patrimonio subacuático.
También se ha conseguido
la elaboración del Libro verde por el Ministerio de Cultura para velar
por este patrimonio. El problema es que estamos ante una crisis económica que
dificulta llevar a efecto estas buenas intenciones.
Como los pecios
sembrados por el mundo parece se están
agotando, ahora se están acercando a nuestras costas, donde por desconocimiento
de su paradero todavía se encuentran intactos.
Ahora están acercándose a las
costas españolas
Aquí un triste
acontecimiento “Caso del RMS Douro” que lleva
mas de 100 años hundido frante a las costas de Laxe
El Fue un buque británico que naufragó al chocar con el mercante
español "Irurac Bett"
Entre 1994 y 98 un grupo de buceadores comienzan a buscarlo
con tecnología especializada , una vez localizado en lugar de comunicarlo a las
autoridades solicitan a la capitanía de
la Coruña un permiso para buscar bancos de sardina en la costa coruñesa, con la
misma táctica que en el Odyssey recuperan
del fondo marino el tesoro y se
fueron veloces de nuestras costas. Con el parabién
de las instituciones se llevaron varios kilos de monedas y lingotes de oro,
diamantes y mas 30.000 libras esterlinas que
se enviaban a Londres que se
hallaban en el barco. Se jactaron de lo realizado se quedaron con el
tesoro y no ha pasado nada. Esto es
abrir la puerta al ladrón y darle todo tipo de facilidades. El tesoro pasa a manos de avariciosos coleccionistas que en su afán de poseer, cierran los ojos al modo y la procedencia
El jugado de Carballo abrió expediente por apropiación
indebida de bienes de carácter cultural
En 2004 se acordó el sobreseimiento al parecer por falta de
pruebas.
Este caso fue tratado en el congreso de los diputados, todos
los grupos parlamentarios votaron a favor de proteger nuestro patrimonio
subacuático
Y las historias se repiten, a la empresa Odyssey en el 2001 y frente a las costas de Cádiz, en
el mar de Alboran se les concede permisos, y saben que son caza-tesoros para
actuar en aguas andaluzas las que
cuentan con más restos arqueológicos del mundo, hubo voces que se levantaron de
forma pública y expresa, grabaron fotografías cuando estaban en plena faena.
Ha habido países como México y nuestros vecinos los franceses
que nada más pisar, estos caza-tesoros sus aguas jurisdiccionales les han dado
una negativa contundente de que en sus
costas no actúan los caza-tesoros.
Gracias a la labor y el tesón de muchas personas
comprometidas se resolvió un problema que jamás debió de producirse y gracias a
Dios produjo un cambio de inflexibilidad y de intención de preservar este
patrimonio.
Recientemente el “SS
Namur” hundido por un submarino alemán
en 1917 en el mar de Alboran ha
provocado que la Armada expulse por
segunda vez a un barco sospechoso.
La respuesta al porque
los caza-tesoros siguen viniendo al mar de Alborán está en los ordenadores y los equipos del “Seaway Endeavour” del que es propietaria
la empresa “Seaway Offshore y que ha registrado la Guardia Civil, este barco
fue interceptado por la Guardia Civil en la zona contigua a aguas españolas y
se le ordenó que se dirigiera a Algeciras.
Entre todos los naufragios de la zona existen sospechas fundadas de que van detrás del “SS Namur”,
vapor de 6.700 toneladas hundido en octubre de 1917 al ser torpedeado por un
submarino Alemán, el U-35.
La creencia de que buscan este buque se basa en que está
construido en acero, por lo que se detecta con facilidad y porque transportaba
una carga valiosa.
El U-35 estaba comandado por un capitán que batió todos los
records, hundió 193 barcos, además de dos buques de guerra. En una patrulla de
cinco semanas destruyó un total de 54
barcos con solo 4 torpedos, el resto con el cañón de 88 mm que llevaba en
cubierta.
Se cruzó en 1917 con el Namur y este no sobrevivió, el
cargamento que llevaba era de oro y diamantes, procedía de Pinang, en Malasia y
se dirigía a Londres
Esta hipótesis queda reforzada debido a que el barco interceptado pertenece a una empresa fundada por un sueco
Sverker Hallstrom, el igual que el Seaway Invencible expulsado por la Armada el
pasado diciembre al estar prospectando en la misma zona.
Estos barcos han recalado
en Gibraltar en repetidas ocasiones en los últimos meses con sospechosas incursiones a la zona de Alborán.
Una vez que llegan a la zona del pecio , sumergen sus equipos
de detección y realizan zigzags a poco mas de un nudo de velocidad, peinando el
fondo en lo que se denomina maniobra restringida. El ser de acero el buque
resulta fácil de detectar con un magnetómetro y para mayores coincidencias Otra empresa del mismo ingeniero sueco, fue
responsable del hallazgo del “Douro”, otro vapor hundido en 1882 y que ya hemos
comentado.
Las aguas españolas están llenas de naufragios y puede haber
otras posibilidades como un galeón “El Torre de Vélez” que se
hundió con 80.000 ducados en 1562 , y una flota de galeras, la de D. Juan de Mendoza
, mas cerca de la costa, junto a Motirl…
La guardia civil esa
actuando bajo las instrucciones del juzgado
de la Línea de la Concepción, que ha ordenado el secreto del sumario,
rumores comentan que en el registro al
barco se podría haber encontrado un sonar de
barrido lateral y un magnetómetro.
La insistencia de esta empresa en volver al mar de Alboran
indica que están probando nuestra resistencia, el interés creciente de la
sociedad civil por luchar contra los Caza-tesoros han permitido una nueva política
Galeón |
Las naves de Seaway Offshore han vuelto al mismo lugar donde
investigaba Odyssey tras recibir insólitos permisos
Después de expulsar a la primera nave en 2012 ahora se
registra la segunda que vino a prospectar en el mismo sitio.
La señal para los caza-tesoros esta visible, nunca serán
Bienvenidos a nuestras costas, uno de los mares más vigilados del mundo.
España debe estudiar el patrimonio sumergido en sus aguas y
el resto del mundo a través de proyectos concretos.
Por mucha información que posean los Caza-tesoros debemos
avanzar como lo están haciendo otros países
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