martes, 19 de febrero de 2013

Buques fantasma - El Baychimo


 Se construyo en Suecia y fue diseñado para soportar las adversas condiciones de los mares del Norte del hemisferio, podía soportar las condiciones del frio del polo
Buque con bandera  alemana, con casco de acero muy sólido y con una gran chimenea gris, era un barco de vapor de 1300 toneladas, que pasada la primera Guerra Mundial se le dio a Alemania en compensación por las perdidas navales
Le cambiaron el nombre rebautizándolo como baychimo, se envió a Canadá, siendo utilizado por la Compañía Bay Company of Hudson, como carguero, entre diversos puntos en las heladas aguas del norte, en el Círculo Polar Ártico, su resistente casco inspiró confianza para circular por estas  aguas plagadas de icebergs y se le encomendó el transporte de pieles que vendían los cazadores inuits  
Todos los años repetía el recorrido por este mar, uno de los más tormentosos y tenebrosos que hay en este planeta. Llevaba combustibles y otras mercancías que cambiaba por pieles y terminaba de cargar las pieles resultado de la caza de los tramperos occidentales inuits
Y vamos a contar como el  Bauchimo entra a formar parte de la Leyenda y de la lista de barcos fantasma
El 6 de julio de 1931, ese barco zarpa de Vancouver para iniciar su itinerario rutinario. Su capitán John Cornwell se preparaba para adentrarse en las ya mencionadas aguas tenebrosas y traicioneras, le acompañaban 36 hombres.
Terminando de llenar sus bodegas con pieles en la Isla Victoria, ordenó volver a Vancouver para terminar el viaje y estar de vuelta en casa. Pero lo que entra dentro de las posibilidades sucedió, el invierno se adelantó. Debido a las Intensas heladas y la fuerza del viento  las aguas se helaron alrededor del buque y el Baychimo  quedó atrapado frente a una pequeña aldea de Alaska, allí la compañía había construido unas cabañas. Viendo la imposibilidad de avanzar, el capitán dio orden a la tripulación  para que se dirigiera a pie a la aldea que se encontraba apenas a un kilometro, la distancia era corta   pero ante la magnificencia de la tempestad se convirtió en un infierno, a pesar de la dificultad,  consiguieron llegar permaneciendo en las cabañas  dos días, tenían por delante un tiempo infernal, la noche cerrándose sobre ellos y el barco con sus bodegas cargado pero atrapado en el hielo
De pronto surge el milagro, la tormenta cesa, el hielo se derrite y el Baychimo queda liberado.
La tripulación no lo piensa y suben diligentes pensando en su regreso a casa, lo que no pensaban  es que el barco iba a entrar en las listas del misterio. A los pocos días les atenazo otra capa de hielo, pero nuevamente   al poco  quedo liberado del opresor. Con ello aumentaba la esperanza de la tripulación de  alcanzar su meta y salvar el barco y su carga. El capitán mantenía sus dudas de que ante semejantes condiciones el casco terminaría roto y el barco hundido
La situación siguió empeorando y el 15 de octubre viendo la imposibilidad de seguir el capitán envió  varios mensajes de socorro y la compañía envió aviones de rescate que consiguieron evacuar a  22 hombres, el resto y el capitán  quedaron en el barco esperando aflojara el hielo e iniciar el regreso poniendo a buen recaudo su  valiosa carga
Construyeron un refugio de madera  y se dispusieron a  esperar la llegada de las temperaturas que hicieran posible la reanudación del regreso
 
Tras una tremenda tempestad descubrieron que   allí donde estaba el Baychimo, había una enorme montaña de nieve, no encontrando el barco por los alrededores, llegaron a pensar que el  barco se había hundido destrozado por la tempestad
No habiendo barco no había razón para estar allí, así un grupo de ellos recorrieron un buen trecho sobre el hielo para pedir ayuda en una aldea de los esquimales, cuando se disponían a regresar un cazador de focas les indico que su barco estaba a unas 40 millas hacia el sudeste, esto era un hecho insólito, pues el barco había estado atrapado entre bloques de hielo que no se habían podido  fundir, ante esto se dirigieron al barco que encontraron intacto. Pero llegaron a la conclusión  de que con las condiciones tan adversas que tenían el buque no podía salvarse. El capitán  ordeno sacar las pieles más valiosas de la bodega y abandonarlo a su suerte. El capitán y el resto de la tripulación fueron evacuados en avión  
Meses más tarde llegó a la Compañía   un mensaje en que se comunicaba que un grupo de  inuits había visto  el barco a centenares de kilómetros del punto en que había sido visto la última vez, algo más tarde un cazados vio el carguero meciéndose tranquilamente cerca de la costa. El cazador subió a bordo y pudo ver que  en su bodega se encontraban las pieles, no obstante no pudo llevarlas consigo.   
Meses más tarde fueron  los trabajadores de una empresa  petrolífera, subieron a bordo y comprobaron que todo estaba en orden
Un año más tarde fue visto por las cercanías en que su capitán lo había abandonado, por un grupo de esquimales, pensaron en recuperarlo pero en el momento  en que subieron a bordo estallo una gran tormenta, dando la sensación de  que el barco ya no quería ser gobernado  y tuvieron que refugiarse en su interior durante 10 días. No logrando controlarlo, una vez que desembarcaron la ventisca se calmo de inmediato
Han sido infinidad de ocasiones las que el barco ha sido avistado, la ultima de que se tiene conocimiento fue en 1969, treinta y ocho años después de haber sido abandonado, parece que en ninguna de las ocasiones pudo ser rescatado  para llevarlo a puerto
Se ignora el fin de este barco, el último grupo en divisarlo fue un grupo de pescadores inuits, que dieron el aviso del hallazgo del que ellos llaman Uniak o fantasma del Ártico

 

 

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