El vapor Príncipe de Asturias que se hundió cerca de las costas
brasileñas, el 5 de marzo de 1916 tras chocar con arrecifes ha sido considerado
como el hundimiento del titanic español, sin embargo es un hecho casi desconocido para muchos
El “Príncipe de Asturias” era el más lujoso de España con su
gemelo “Infanta Isabel”, el “Titanic” fue el más famoso del mundo junto a su
gemelo “Olimpic”
Tanto uno como otro llevaban entre sus pasajeros personalidades
pertenecientes al mundo de las finanzas, espectáculo, periodismo etc
Es posible que dentro de los naufragios el “Titanic” sea el más
famoso, pero para los españoles el más famoso e importante naufragio representó
la pérdida del “Príncipe de Asturias”
Cerca de cumpliré 100
años del naufragio del buque insignia de la Marina Mercante Española, seguimos
sin aclarar numerosos aspectos del suceso en el que fallecieron cerca de 600
personas, fue la mayor tragedia humanitaria que ocurrió en los mares del sur
hasta el día de hoy. Se trataba del trasatlántico más moderno de nuestra Marina
Mercante.
Se trataba del vapor correo que hacía la ruta de
Barcelona-Buenos Aires y pertenecía a la
compañía Pinillos. Encalló junto a la mayor ínsula brasileña, la isla de
Ilhabela, en el estado de Sao Paulo, la mayoría de los fallecidos fueron
pasajeros, sobre todo los que poseían billetes baratos, inmigrantes y un número
indeterminado de polizones, se estima que unos
cien mil italianos que huían de la guerra
Al dia de hoy desconocemos las causas reales del hundimiento
del vapor, una de las sospechas recae en que se estuviera en el transcurso de
la primera Guerra Mundial, y que la armada inglesa estuviera en el Océano Atlántico
controlando el paso de buques enemigos y
de países neutrales, como España,
parece que algunos supervivientes podrían avalar el torpedeamiento del barco
También se puso en entredicho la actuación de los oficiales
del barco pues algunos supervivientes hablaron de que se celebraba una fiesta en el barco y por
tanto los oficiales se relajaron en sus
deberes
Otros apuntan a la poca potencia del faro de Ponta do Boy,
referente del tráfico marino en aquel área y que está situado próximo al Puerto
de Santos, donde debía hacer escala el Príncipe de Asturias
Hay que apuntar que se trataba de una costa de hostiles
arrecifes
La idea que más se mantiene como causante del hundimiento es
la falta de visibilidad, y posible desviación de la aguja de la brújula,
motivada por el aparato eléctrico
La causa de todo ello pudo llevar al trágico desenlace
El capitán del barco, hombre de 44 años de edad y muy gran
experiencia y responsabilidad y que se mantuvo en el puesto de mando hasta el
último momento figura también entre los fallecidos, dicen que una gran ola lo
arrastró al fondo del océano
En total se perdieron 457 vidas, salvándose únicamente 143
La compañía Pinillos, una de las más importantes de España a principios del
siglo XX, botó un vapor correo transatlántico,
el Infanta Isabel. Al cabo de dos años hizo lo mismo con su hermano gemelo el Príncipe
de Asturias, ambos construidos en los astilleros de Kingston en Inglaterra. Se puso
mucho cuidado en su seguridad, igual que el Titanic contaban con algunos compartimentos estanco, su casco tenía doble
capa en toda su extensión, y contaba con
tanques de lastre que podían vaciarse o llenarse para ajustar la
estabilidad
Características técnicas:
Eslora - 140.5 m
Manga - 17.5 m
Puntal - 8,5 m
Desplazamiento a plena carga 16.500 ton,
Propulsado por dos hélices movidas por dos máquinas alternativas de cuádruple
expansión, directamente acopladas a 4.000 shp unitarios a 190 rpm
Alimentado por 8 calderas, consumiendo carbón a ritmo de 210
tons diarias
Planta eléctrica, 6 dinamos de vapor de 90 kw/110 vcc
Todo era de vapor
Tripulantes 200
Pasajeros 400 y 1500 emigrantes
Poseía Gambuzas frigoríficas, ventilación forzada en todo el
buque y sistema de extinción de incendio
de gas inerte
Cumplia con todas las normas internacionales para el
transporte de pasajeros
Era un barco, el Príncipe de Asturias, potente y lujoso, disponía
de una biblioteca con estanterías de caoba y asientos de cuero y desde la cubierta de primera se podía
disfrutar de coloridas vidrieras que protegían del viento. En la decoración el
comedor se había utilizado madera de
roble japonés y marcos de nogal. Tenía un salón de música pudiendo
accederse a él a través de una escalinata con laterales y pasamanería en madera.
También contaba con una cúpula rematada con cristales de colores
El suelo, en el salón, decorado con alfombras persas y un piano
realizado exclusivamente para el barco
Escalera |
Su viaje inaugural fue el 16 de agosto de 1914 y su último
viaje el 14 de febrero de 1916, salió de Barcelona con rumbo a Buenos Aires, su
primera escala fue en Valencia y luego en el puerto de Armería, luego paso el
cabo de Trafalgar e hizo escala en Cádiz y en Puerto de la Luz en Gran Canaria
Aunque no se han conservado las listas oficiales de pasajeros
y tripulación, viajaban en él unas 600 personas, la mayoría españoles y
argentinos, de los supervivientes 59 eran pasajeros y 87 tripulación
En el viajaban personas ilustres como el empresario Luis Descotte Jourdan, el industrial
Francisco Chiquirrín , el escritor Juan Mas i Pi el jurista argentino Pedro
Nolasco, el diplomático Crl Friederick y el niño Juanito hijo de la triple
María Santa Cruz
Entre su cargamento 40.000 libras esterlinas en oro, 3364 sacas de correo y un automóvil Renault. También transportaba el Monumento a la republica, llamado monumento de los españoles, formado por 20 estatuas y una estatua ecuestre del general argentino José San Martín. Se trataba de un regalo de los españoles en Argentina a los argentinos en el Centenario de la Independencia. Esta obra pasó por diversas vicisitudes que retrasaron su terminación entre ellas el fallecimiento de dos de los artistas que le realizaban, para terminar hundiéndose en el naufragio, el monumento se inauguró 10 años más tarde con replicas de las obras hundidas. Las originales que fueron rescatadas se encuentran en Rio de Janeiro
Entre su cargamento 40.000 libras esterlinas en oro, 3364 sacas de correo y un automóvil Renault. También transportaba el Monumento a la republica, llamado monumento de los españoles, formado por 20 estatuas y una estatua ecuestre del general argentino José San Martín. Se trataba de un regalo de los españoles en Argentina a los argentinos en el Centenario de la Independencia. Esta obra pasó por diversas vicisitudes que retrasaron su terminación entre ellas el fallecimiento de dos de los artistas que le realizaban, para terminar hundiéndose en el naufragio, el monumento se inauguró 10 años más tarde con replicas de las obras hundidas. Las originales que fueron rescatadas se encuentran en Rio de Janeiro
Cuando el barco se encontraba ya al norte de la isla aproximándose
al puerto de Santos, una tormenta se lo
impidió, la noche del 5 de marzo era una noche con niebla, lluvia, un
mar picado y fuertes vientos, cuando se dieron cuenta de que estaban a escasas millas de la costa
no pudieron reaccionar y el vapor llego a chocar contra los arrecifes de Punta
Pirabuas, el casco se abrió a la altura
de la sala de maquinas, la entrada de agua provocó una explosión que condeno al
barco, hubo pasajeros y tripulantes que murieron
por el agua hirviendo que inundaba la
nave. Y la tragedia se aumenta al escorarse la nave a estribor impidiendo la utilización de los
botes salvavidas, , se corto el suministro eléctrico y el radiotegrafista tampoco pudo enviar los
mensajes de ayuda, todo ocurrió en un tiempo record, 5 minutos
Los supervivientes nadaron tratando de llegar a la costa
cercana, algunos murieron en el intento. Solamente uno de los botes pudo ser arriado, y con él y un gran esfuerzo pudieron rescatar un
centenar de personas
El carguero francés “Vega” de la sociedad General de
Transportes Marítimos que venía de Salvador de Bahía fue el que descubrió los
restos del naufragio recogió varios supervivientes mas del agua y fue quien dio
parte del siniestro
Al día siguiente el trasatlántico español Patricio de
Satrústegui que venía de Rio de Janeiro, escucho el aviso de pérdida del Príncipe
de Asturias y se dirigió a la zona para poder rescatar a los náufragos, solo encontró
6 cadáveres
Se cuenta que enseguida del accidente, un grupo de habitantes
de la región, inició un saqueo desenfrenado, sin respetar siquiera el cuerpo de
las víctimas. Cuando por fin llegó allí
el batallón de Capitanía de Puertos, nada quedaba por hacer. Solo improvisar un
cementerio en el lugar, conocido como Serranía, hoy cubierto de arena
Los destrozos de el Príncipe de Asturias se encuentran dinamitados por los buscadores de tesoros, su
pecio, está alojado a 35 m de la costa, en un trecho cuy profundidad varía
de 38 a 54 m y es frecuentado por vientos fortísimos en la superficie y por dos
corrientes en el fondo
Cuarto Milenio
investiga el naufragio del Príncipe de Asturias, el titanic Español
Pese a no ser ni mucho menos tan conocido, el naufragio del trasatlántico español Príncipe de Asturias en 1916 es comparable al del Titanic. De la mano de expertos y personas que conocieron a los supervivientes, Cuarto Milenio nos acerca a este suceso, rodeado de conspiración y misterio sobrenatural
El nieto de uno de los supervivientes nos traslada el testimonio de su abuelo
Varias leyendas, muchas de elllas sobrenaturales, rodean el suceso
Pese a no ser ni mucho menos tan conocido, el naufragio del trasatlántico español Príncipe de Asturias en 1916 es comparable al del Titanic. De la mano de expertos y personas que conocieron a los supervivientes, Cuarto Milenio nos acerca a este suceso, rodeado de conspiración y misterio sobrenatural
El jueves 17 de febrero de 1916 zarpaba del puerto de Barcelona el lujoso trasatlántico Príncipe de Asturias, construido en los mismos astilleros escoceses que alumbraron al Titanic. Con rumbo a Buanos Aires, la gigantesca ebarcación llevaba a bordo a unas 600 personas
En la madrugada del 5 de marzo, cerca de Brasil, mientras algunos celebraban el Carnaval, el barco viró de forma extraña. Hubo un impacto muy fuerte, seguido de una violenta explosión. El gigante marino naufragó rápidamente en los afilados arrecifes de la Isla Bella, en Säo Paulo, y el océano se lleno de cuerpo. Oficialmente murieron 445 personas, pero los investigadfores creen que pudieron llegar a 1.400, engrosado por los inmigrantes que atestaban la bodega huyendo de la Primera Guerra Mundial
El escritor Isidor Prenafeta
Siles, nieto de uno de los supervivientes, nos acompaña esta
noche. Nos cuenta cómo su abuelo Gregorio Siles Peña, técnico electricista del
Príncipe de Asturias logró salvar la vida flotando amarrado a una caja durante
varios días hasta que los nativos le rescataron
Prenafeta es defensor de una teoría no confirmada según la cual un buque inglés perseguía al navío español en busca de las mas de once toneladas de oro que trnsportaba. Un conspiración, con ecos de piratería ejercida muchos años atrás, en la que, supuestamente, había participado alguno de los oficiales del barco
Por si fuera poco, el periodista Francisco Gracia Novell, obsesionado por el caso sobre el cual ha escrito un libro, nos habla del extraño enclave en el cual se hundió el Príncipe de Asturias. Un auténtico ‘ minitriángulo de las Bermudas’ y punto caliente para los ufólogos que las rutas aéreas tratan de evitar.
El autor documenta a lo largo de la novela, tras
una ardua tarea de investigación, todo el suceso que aconteció en el mar. Está
escrito con fluidez y es de una lectura entretenida y fácil. La historia tiene
dos hilos conductores, por una parte la nieta de una de las viudas de la
tragedia investiga el paradero de su abuelo, lo que le hace bucear por archivos
y por testimonios de familiares de supervivientes. Por otro lado, un especial
cuaderno de bitácora, donde se narra algo más que los rumbos o el estado del
mar, resucitando el último viaje del Príncipe de Asturias, desde su salida en
Barcelona hasta su trágico final.
Muchos son los misterios que envolvieron al
hundimiento… desde un cargamento de oro inexistente, que ha servido para que
muchos “cazatesoros” se arriesgaran en esas temibles corrientes de la costa
brasileña a rebuscar entre el vientre de la nave, allá en el fondo del mar, o
el supuesto suicidio del capitán Lotina a causa de una falsa negligencia en su
mando.
El libro termina con un apéndice lleno de nombres
y destinos, donde Francisco García Novell ha querido plasmar su particular
tributo a la memoria del último viaje del Príncipe de Asturias. Contiene
también una serie de fotografías que hacen que la lectura gane en interés y
veracidad, un retrato sublime de la época, que nos trasporta a una España en
blanco y negro, vestida con la resaca decadente de finales del siglo
diecinueve. Acertada apuesta, a mi entender, de la editorial La Esfera de los
Libros por novela histórica de calidad.
Excelente artículo sobre "el Pecio” Príncipe de Asturias. Posee datos de sumo interés que complementa a otros artículos y estudios.
ResponderEliminarEnhorabuena
Gracias por su comentario, un cordial saludo
EliminarMAGNÍFICAS TODAS ESTAS PÁGINAS ¡ENHORABUENA!
ResponderEliminarRealizo un trabajo sobre uno de los ahogados en el naufragio: Santiago Caparrós Cantó (Aspe, Alicante:1863-1916), importante hombre de negocios instalado ya en Argentina, hacia 1885, con casa de recreo en Aspe (finca de san Isidro) y que fue miembro de la Cámara de Comercio española de Buenos Aires. No sabe cómo le agradecería cualquier dato: relativo a la prensa del momento, sobre su viuda y familia (al parecer 5 hijas), o sobre la empresa "Santiago Caparrós y Cía” en Argentina, etc. Ya le digo, cualquier aportación sobre este personaje.
ResponderEliminarMuchas gracias por adelantado.
Sobre este tema, el escritor Isidor Prenafeta Siles, descendiente de uno de los tripulantes, ha escrito un nuevo libro: "EL MISTERIO DEL PRíNCIPE DE ASTURIAS - EL TITANIC ESPAÑOL". El tema en si ya es apasionante, pero al leer este libro he comprendido lo duro que llegó a ser para los que lograron sobrevivir. El escritor ha sabido plasmar la desaparición y los problemas de este vapor mucha tensión desde el principio hasta el final. Magnífica narración.
ResponderEliminarAgradezco tu comentario, pero si has leído hasta el final ya se menciona el libro de Isidro Prenafeta y efectivamente el terma es apasionante, un saludo
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