domingo, 6 de noviembre de 2011

Joaquin García Morato

Vamos a recordar al As de Ases de la Aviación Española Joaquin García Morato

Joaquín  García Morato , nace en Melilla en el año 1904, estudió en la academia de infantería de Toledo, tras ser ascendido al empleo de alférez de infantería, fue destinado a Marruecos  más adelante se saco el título de piloto´, en Marruecos actuó con el Grupo de Melilla  y participó en la campaña de África, siendo  derribado y herido un par de veces, toda su vida fue la aviación, intentando adquirir todos los conocimientos posibles, se hizo piloto de hidroaviones, de caza, radiotelegrafista, saco el titulo de observador, profesor de vuelo sin visibilidad,  de vuelos de combate, de vuelos nocturnos y escribió varios libros “Vuelo sin visibilidad exterior” y “Acrobacia Aérea, como experto `piloto acrobático era invitado a participar en concursos y festivales aeronáuticos
Su hermano  Antonio García Morato también  observador en aviación, realizando un curso de piloto se estrelló en un vuelo de entrenamiento resultando  muerto a consecuencia de las heridas sufridas 
Al estallar la guerra civil actuaba como profesor de la escuela de vuelo de Alcalá de Henares , se encontraba de permiso  fuera de España y ante la noticia regresó inmediatamente para incorporarse al ejército de Franco, según el tenia dos vicios, uno el de las emociones y el ideal de la patria, Está considerado como el máximo as de la aviación española hasta la fecha
Comenzó pilotando un Nieuport luego piloto los Heinkel 51 y finalmente los fiat
Su célebre escuadrilla se llamo Escuadrilla Azul y Patrulla Azul al crecer sus miembros se le llamó grupo Azul
Su emblema consistía en un círculo en el que figuraban pintadas tres aves, halcón, avutarda y mirlo, y su lema “Vista suerte y al toro”
Fue merecedor de varias condecoraciones, entre ellas la Cruz Laureada de San Fernando (Individual) y también la colectiva
Durante toda la guerra solo fue derribado una vez y precisamente por uno de su grupo, ambos perseguían el mismo objetivo
Contaba con  2871 horas de vuelo, había derribado  40 aviones enemigos, y ascendido a comandante participo en unas 500 misiones de guerra
Murió trágicamente el  04/04/1939, había ido a Tomar unas vistas para una película de guerra, con un Fiat y un Messerschmitt
Se intentaba, desde otro avión fotografiar a estos atacando
García Morato  despegó con su Fiat -51 con el que  tantas victorias había logrado sin sufrir desperfectos. No era un buen día existían nubes bajas y fina lluvia que reducía la visibilidad
Tomaron las vistas, y ya finalizado  se quedaron en el aire   representando un simulacro de combate, al intentar tomar tierra el aparato se estrello de panza unos metros antes de  campo de aterrizaje, moría el  caballero del aire de la Aviación Española,
El cadáver se expuso en el salón del ayuntamiento de Málaga, el jefe del Estado le hizo la merced del título de conde del Jarama
Sus memorias  salieron con el título de  “Guerra en el aire”  con un prologo del General Franco y publicadas por la editorial Nacional, el prólogo decía
 “La historia de una nación es la vida y los hechos de sus héroes; de aquí la atracción que sus páginas  inspiran y las emociones intimas que nos ofrece ¡Cuantas enseñanzas! ¡Qué grandes modelos de virtudes! ¡Motivos para la meditación y el análisis!
La invasión filosófica del siglo XVII con su racionalismo enciclopédico, había echado sobre nuestra Historia el veneno de la duda, y así vivimos su crisis más grave, con nuestros héroes legendarios difamados, nuestros santos y nuestros mártires escarnecidos y nuestra Patria  ignominiosamente calumniada. Con los argumentos de la decadencia española nos negaron las virtudes de la raza, mientras con los despojos de nuestras empresas se levantaban otros imperios
Y aunque en toda coyuntura brillaron las virtudes raciales de nuestro pueblo, sus destellos no llegaban a romper las densas nieblas sobre nuestra nación acumuladas. Fue necesaria la conmoción que sufrió España en este Movimiento, para que, liberados de torpes doctrinas, tuvieran su fiel expresión las manifestaciones de vigor de nuestro pueblo, que con sus sacrificios  y sus virtudes afirmaban la fidelidad de una historia superada por los hechos heroicos de nuestra Cruzada
Mas cuán distante es la vida de los héroes de lo que la fantasía popular y novelesca ha forjado alrededor de las figuras guerreras. Este es el valor de este libro. El que la semblanza del héroe no aparece desfigurada por los historiadores, se revela a través de sus propias observaciones, de sus momentos humanos, de sus acciones heroicas, de la paz de un hogar presidido por esa sencillez y naturalidad que cautivan y de la que se desprende esa fragancia de romanticismo y de poesía que es el motor de las grandes acciones
Los jóvenes que atraídos por la ilusión de conocer su vida os adentráis en su lectura, encontraréis algo de la vida de todos; evocación de travesuras infantiles, sueños románticos de estudiantes y cadetes, afición a la vida peligrosa y de emociones, rebeldía natural hacia lo blanducho y cansino, ambiente general de las juventudes de nuestra clase media de que es expresión la figura de nuestro alférez provisional, tan española y natural como desorbitada por los timoratos
Una literatura decadente había acumulado sobre la figura guerrera un artificioso cúmulo de cualidades extraídas de picaresca de nuestros aventureros profesionales, en que todo vicio encontraba un torpe asiento, alternando la fanfarronería y la pendencia con el juego, el vino y las mujeres. Como el heroísmo, que es sublime encarnación de las virtudes, pudiera tener escenario favorable en los campos del vicio. Por ello no encontraréis en este libro ni rastro de la crápula dorada, falso concepto que, creando un espíritu de tolerancia entre los excesos y licencias, y ha sido causa de que muchos aprendices de héroe se malograran arrastrados por ese ambiente de hipocresía del mal, que, considerando de buen tono la práctica de los vicios, llevó a muchos por un camino contrario a su buen natural
La vida de Dios es el camino de los Héroes. Así lo reconoce nuestro heroico aviador cuando dice “Que con los ideales de Dios y Patria firmemente arraigados, todos pueden alcanzar sus éxitos” Para enfrentarse con la muerte, para elevarse sobre ella, para alcanzar la –Gloria, y el laurel y dar la vida consciente por la Patria, hay que creer en Dios. Este es el gran secreto de nuestra historia y el alma de nuestra Cruzada
El sentimiento de Patria y el Deber es cierto, da hombres valerosos: pero los héroes verdaderos, los conscientes y voluntarios para el sacrificio, surgen en el campo de los creyentes
Recorriendo  las páginas de este diario encontrareis los que habéis combatido, algo de vuestras emociones pasadas, ese  optimismo después de la batalla, que es alegría de vivir, atracción de la vida ante la muerte que acecha. Ese dolor por la del compañero caído, más que un amigo, un hermano – hermandad nacida de los peligros vividos en común-; dolor que ocultamos en nuestro corazón y que inútilmente intentamos disimular con fingidos optimismos
¿Quién, que haya combatido no vivió estos momentos?
Recuerdo el anhelo con que un día me visitó nuestro héroe, durante la batalla del Ebro, cuando fue derribado en campo enemigo su gran amigo, otros as del aire, el capitán Salvador, su intensa emoción al conocer que ya trabajábamos hacía horas por su rescate hizo que las lagrimas escapasen de sus ojos, que inocentemente, justificaba con la frase: “Mi general, es que es mejor que yo” la envidia, torpe mal español, evidentemente no cabe en el corazón generoso de los héroes
En el libro de García Morato encontrareis la historia intima de nuestra Aviación tejida un día tras otro con derroche de corazón y de fe, con victorias aéreas resonantes, que nos dieron la superioridad en el aire, superioridad mantenida contra el número y el oro. Centenares de aparatos llegaban al ejército rojo periódicamente a través de la frontera, que nuestra Aviación buscaba codiciosa, obligándoles a combatir ya sucumbir en detalle, malogrando sus propósitos de alcanzar mediante una aplastante superioridad numérica la anhelada supremacía aérea
Un momento sobre todos fue durante la campaña decisivo para nuestro porvenir aéreo, lo acusa García Morato en las páginas de su relato cuando en los cielos de Madrid y en lucha desigual combate dos morales; allí  se consagra el héroe, se lanza por la victoria y la victoria es suya, nadie podrá en el porvenir arrebatársela. En los cielos de España nace una doctrina de que García Morato es paladín
La guerra en el aire evoca la lucha de los viejos tiempos, el guerrero que busca al guerrero, la vista y el brazo dispuestos a la estocada, la espalda débil, el socorro al compañero  comprometido, uno contra varios, serias acometidas, retrocesos para atacar, guerreros caídos, alas rotas, gestos caballerosos en que el caballero derribado recibe en su descenso el saludo del vencedor, que lo respeta…
¡Hermosa lucha del aire que resucita el espíritu de los tiempos heroicos, que renueva la poesía épica de los viejos capitanes!
Esta es la vida de García Morato. Murió como los héroes legendarios en plena juventud, feliz y victorioso; sus alas poderosas se quebraron un día ante el azar, mas quedó su espíritu flotando en las que en una mañana han de nublar el sol.
Este libro os señala la ruta de los luceros."



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