Tenga cuidado con sus compañeros de naufragio!
En un crucero todas las noches, después de la cena, un mago realizaba su espectáculo a los pasajeros.
Hacía casi tres años que realizaba sus rutinas, en las que había alcanzado gran maestría.
El capitán de la nave tenía una mascota muy particular.
Era un loro que, noche tras noche, año tras año había observado al mago realizar sus trucos, a tal punto que había descubierto como los realizaba.
Desde entonces el ave solía advertir al público.
Cuando el mago hacía desaparecer un ramo de flores, el loro gritaba desde el fondo del salón:
"Lo tiene en su espalda!... lo tiene en su espalda!... beee!".
Esto irritaba terriblemente al mago, que llegó a pensar en deshacerse de él en varias oportunidades.
Pero como se trataba de la mascota del capitán esto sería demasiado peligroso.
Un día el barco sufre un accidente y se hunde.El mago se las ingenia para poder llegar nadando hasta un madero que flotaba y se aferra de él.
Al poco tiempo el loro aparece volando y se posa en el otro extremo del madero, y ambos naufragan a la deriva.
Han estado naufragando durante tres días sin pronunciar una sola palabra.
En la mañana del cuarto día el loro observa al mago y le dice:
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